Esta reflexión la realice hace ya varios años, por allí por el 2002 para ser exacto, con la intención de compartirla pues creo que forma parte de inquietudes que tienen algunas personas respecto a la conservación de alguna tradición de la que se sienten parte y que quieren cuidar, en particular me referiré a aquellas tradiciones que nuestra acelerada cultura actual va dejando olvidadas en el camino y que representan parte de nuestro acervo humanista y de respeto del Hombre. Para ellos estas palabras.
¿Cuál es la tradición que se extingue bajo nuestros pies? ¿Que está emprendiendo retirada y quedando en el camino en esta tierra de hombres que sentimos que debemos cuidar? Buscar el sentido tradente como lo ha denominado Ignacio Ellacuría, nos lleva a estar entre hombres por momentos y luego buscar los rincones del bosque que hemos perdido desde hace tanto tiempo y que añoramos. Parece una misión que yace en algún extraño lugar y tiempo, y que la hemos dejada en el olvido. Es uno de esos senderos del bosque que no queremos que sea un camino olvidado.
Así, como un relato de mi mente me dice: "Día tras día busco en mis recuerdos del pasado, de otras vidas que no eran la mía sino la de quienes me entregaron este sutil regalo, hombres honrosos y honorables, recuerdo que era como un candil en sus últimos minutos, como una llama tenue encendida apenas y que encerraba la esencia de un especial sentido vital. ¿La dejamos sucumbir? Aún la recordamos!. Estos hombres usaron su vida en el intento de desarrollar y proteger esto que hoy comienza a convertirse en un recuerdo y queda en el olvido de los hombres, que sumisos en millares de percepciones dejan este sendero con sentido que otros trazaron como si hubiese perdido importancia.
¿Cuál sendero? ¿Cuáles huellas? ¿Cuáles marcas del camino que no recordamos? ¿Cuál hermandad que se pierde en el tiempo? No lo sé, cada uno de los tradentes que lea este texto lo sabrá con claridad y podrá evaluar sus decisiones, saber si vale la pena luchar por preservar esa manera de mirar y actuar. Parece resonar en mis oídos un sonido que invoca momentos en que el hombre ha jugado decisiones que pudieron cambiar el camino seguido, batallas pérdidas y otras ganadas, sin embargo el camino esta allí, entre nuestras opciones posibles aún sin explorar o tal vez sin desarrollar del todo o que no queremos ver. Me aparece en el trasfondo, el triunfo de la visión Cartesiana por sobre la visión de histórica de Giambattista Vico hace ya varios siglos y con tantos impactos. ¿Cómo sería nuestro mundo si hubiésemos tomado ese sendero olvidado?.
Ahora, ya a la distancia de los años, probablemente no lo vemos, lo dejamos ir sin más, dejando que la tradición se desvanezca y más que la tradición, los ideales que ésta o aquella representa, sucumban a la vorágine del hacer de hoy. ¿Parece que ya no es tiempo de soñar? Aún podemos seguir nuestros sueños?, yo pienso que sí. Pero el entorno nos sacude con frases como "Hay que renovarse, en estos tiempos en que todo dura unos cuantos segundo en los medios, la TV y la Internet y luego ya es historia, hay que renovarse o morir".
Otros dicen, "hay que estar hablando de lo que esta en boga, de lo nuevo, finalmente de lo que la gente quiere oír",.. Respecto a estas visiones, sabiendo la fuerza que tiene en los medios de comunicación hoy en día para la fijación de opiniones, me resisto!, creo que es innecesario, por que esta renovación de la que hablan y que tanto mencionan es forzada por la búsqueda de vacuos ideales, efímeros mensajes de poder de aquellos que cantan lo que la gente quiere escuchar y hablan sin sentido buscando su minuto para figurar, para satisfacer su ego.
Tonterías, hay que hablar de lo que nos importa a todos, hay que dejar la ignorancia para buscar la información relevante, aunque esto no sea lo de moda, lo que los medios nos fomentan, aunque esto vaya en contra de aquello que hacen aparecer como significativo dando la espalda a lo realmente importante.
Respecto a la pérdida de popularidad de estos temas, poco debe importarnos, pues este juicio lo establecen los mismos medios que han descuidado lo relevante en un afán mercantil de vender o de marcar rating. Pero si cada uno de nosotros, se abre a la conversación cercana y certera con personas reales, sabemos que sigue es lo que sigue siendo importante y finalmente, eso es esperanzador. Además, estas decisiones que nos llevaron al hoy, aún permiten re-pensarse, re-inventarse y seguir la búsqueda del sentido común, del tránsito por otras vías que nos ofrezcan nuevas opciones, oportunidades y futuros posibles. Seguimos teniendo asuntos que resolver y hoy más que nunca de urgencia, uno a uno podemos ir "alzando la voz" como dice Federico Mayor Zaragoza ("Alzaré mi voz, Galaxia Gutemberg, 2008), en el título de su último libro. Hoy estamos en un punto en el que hay cosas sobre las que hay que actuar, no se puede esperar, hay otras que no nos gustan y siguen allí sin que nadie haga nada. Seguimos acrecentando el hambre, las desigualdades, las diferencias que parece increíble que aún sigan existiendo y aún peor, se han ido agudizando y agudizando y nosotros dormidos ante esto, seguimos como rebaño disponible para que nos cuenten historias y cuentos creativos pero no verídicos. Ahora en momentos en que nuestro mundo requiere de nuestra acción decidida, no tenemos opción debemos actuar.
Estoy hablando de temas que han movido a los hombres por mucho tiempo, ¿estoy hablando de igualdad?.. no la verdad es que en estos momentos se requiere algo más que igualdad, la humanidad busca y necesita ser más y mejor en un sentido humano difícil de concebir y aún más difícil de determinar en consenso..., pero busca sentido, sin encontrarlo. Probablemente podamos darle un nombre a este nuevo esfuerzo de ser mejores hombres para nosotros mismos y para otros, hablo de aquella transformación mental que nos permitirá salir del impasse en que estamos, hablo de la necesidad de transformar nuestra conciencia y dar espacio al surguimiento de la FRATERNIDAD entre nosotros.
Si pensamos en la historia, ya hemos visto revoluciones que no han llegado a conquistar la vida cotidiana como lo pretendían, lograron avances pero fueron insuficientes. Estos movimientos fueron en aras de la Libertad, y luego por la propia Igualdad y han quedado allí. Sin embargo, al pensar en lo anterior y en lo posible, se genera sentido en mi interior y tiene opciones fantásticas al final del camino, permite soñar, confiar, recuperar el hambre de esperanza que hoy nos abandona. Leía el día pasado un relato griego sobre la caja de Pandora y el autor comentaba el mito y decía que al abrir la caja salen todos los males y se esparcen entre los hombres quedando dentro del recipiente sólo un valor humano, LA ESPERANZA. De allí debemos comenzar a reconstruir.
Algunos de los valores más preciados de nuestra humanidad están en retirada, eso parece, ¿es así?, ¿qué dicen ustedes?. Estos valores con los que soñamos están en extinción y hemos sido nosotros los que hemos optado por ello ¿ por qué? ¿Quién sabe? Yo pienso que a muchos hombres no les gusta que esto ocurra y están dispuestos a hacer más de lo que hacen, sin embargo están dispersos y dispersados por las estructuras de poder existente, por ejemplo, el predominio del mercado, constructo de ficción al que le hemos dado el poder de decidir por nosotros o de indicar que debemos hacer.
Este tipo de poder debe ser olvidado para ser re-pensado, reconstruido desde un conjunto de valores que lo hagan auténtico en un sentido bondadoso y fraterno para el otro. Este poder cederá ante el cambio de conciencia individual, es el cambio personal el que hará el cambio que requerimos, pero debemos sanar nuestras emociones y salir de este sonambulismo que nos mantiene como robots que sólo optan por sobrevivir. Creo en esto como básico, para que otro presente surja con su humanidad íntegra y no convertida en objeto mercantil de uso y abuso.
Muchos aceptan la quietud, que más que quietud es pasividad personal, adormilamiento. Esto se vive como una opción de lo posible en el fracaso de lo que creyeron tendría éxito y no fue, algunos dicen que son renovados. ¿Renovarse para ser parte de lo establecido, para ceder a lo probado para unos pocos?. Viven en el sentido del sin sentido, se inmovilizan entre risas, vanaglorias, licores, dolores y sueños que se truncan al poco andar. ¿La única salida imaginada son acciones de revolución o rebeldía?, esto sigue siendo parte del mismo paradigma que queremos combatir y que antes de sucumbir nos ciega a nuevas opciones, ... así quedamos sin opción, atrapados en el predominio del pensar hoy presente, racionalidad calculante y cautivante de completa variedad de razones suficientes pero ninguna satisfactoria, donde el hombre se objetualiza para el hombre y se torna en desechable. ¿Y nuestras emociones? ¿qué nos indican? ¿por qué las desechamos, ¿por qué dejamos de escucharlas, de sanarlas y de desarrollarlas? .. Por que a la fecha nos hemos descuidado, por que las consideramos una parte animal de nosotros que debe ser contenida.
¿Pueden constituir las personas una nube de mosquitos para luchar contra el toro, construir cadenas de favores pequeños, generar una pauta que conecta a todos ellos haciendo como una trama o tela de araña de flexibilidad y resistencia infinita ante la indolencia y la soberbia del Hombre y que permita dar suspiros de novedad e innovación en un mundo que envejecido se resiste a morir?. No nos atrevemos a actuar. Pero, ¿hay otros que actúan?, claro que los hay, pero predominan los que actúan desde el paradigma caduco, saliente, patriarcal que ha amputado parte de nuestra humanidad. Los gobiernos y gobernantes atrapados en sus propias tramas, no saben por donde comenzar y repiten más de lo mismo.
¿Será el sentido común lo que nos falta?. Es necesario pensar en ello para ver alternativas posibles. ¿Podremos articular redes de humanos conectados en beneficio de nadie? .. parece posible en la red de redes (Internet), parece como un nuevo concepto de lealtad, bondad en gratuidad, miles de pequeñas redes informáticas que conecten miles de pequeñas redes de personas ubicadas en distintos y dispersos lugares físicos (cooperativas virtuales con un tamaño que permita evitar el gigantismo destructivo) todo esto para vivir mejor...,...para ayudarse, sin un líder que los represente, más allá de cualquier gobierno y dentro de cualquiera, una nueva noción de política ecológicamente sustentable desde las propias personas que piensan en el bien común, una política que desde una visión naturalista actúe como un ser vivo para la vida, como las cosas ocurren en el ecosistema donde la vida y la muerte forman parte del todo sin temores ni ofensas, sino que en la armonía que la vida les da, con el respeto del dejar ser a cada uno.
Respecto a la economía, esta debe ocupar su lugar, o sea, ser una herramienta y nada más, pues en su limitada posibilidad de decir algo sobre el hombre y sobre que debemos hacer, no puede ser de otra manera. Nosotros debemos pensar para organizarnos, para tomar las decisiones que no hipotecan el futuro en este presente que siempre ha sido y será incierto.
Cuando el humano deja de creer, muere irremediablemente, no vive más vegeta hasta su último suspiro..........
Cuando los tradentes, o continuadores de tradiciones dignas y humanas que vale la pena preservar ceden a la presión del entorno, nuestro mundo muere un poco...y por ello vale la pena seguir sin temor buscando algo mejor que lo que nos rodea en esas tradiciones que preservan lo humano desde su respeto más profundo.
Espero sus opiniones para seguir el dialogo.